martes, 2 de noviembre de 2010

Política, dinero y publicidad (propaganda)

Este texto ha sido publicado en el diario local de Gandia 7 y Medio. Espero que ofenda o, al menos, haga reflexionar.

Ando un poco quejumbroso, alterado y molesto – lo que cuando no existía el lenguaje políticamente correcto se llamaba jodido – con la actitud de los políticos, o los que se dedican a la política,  ante las propuestas que podamos hacer los simples ciudadanos de a pié que, tratando de usar el sentido común, les hacemos. No debe ser un sentido que usen demasiado.
No hace mucho - en la tertulia de los jueves de Onda Naranja Cope, en la que todavía me dejan participar - hablamos de refilón sobre el tan cacareado asunto del Crucero a Roma. El día de antes había salido los datos económicos del mismo y el déficit, perdida al fin y al cabo, ascendía a 240.000 euracos si no recuerdo mal. En caso de recordar mal no es demasiado importante porque seguramente sean más euritos que la cifra publicada.
Creo recordar que el objetivo del año Borgia era dar a conocer tan insigne familia, al menos para la historia europea, y, al mismo tiempo, atraer turismo a la ciudad ducal.
Al parecer, y simplificando el asunto, toda la campaña turística que se ha hecho con tan magno acontecimiento ha sido una fiesta de disfraces en FITUR, varios carnavales por las calles de la ciudad y la playa y, corríjanme, poco más. Que yo sepa todo esto lleva un coste que debería haberse traducido en un enoooorme incremento de turistas que, como posesos, habrían acudido a Gandia llenando hoteles, restaurantes y zonas de ocio ataviados con trajes renacentistas y departiendo sobre la vida y leyenda de la familia.
Absurdo numero uno: ¿Hacer publicidad de Gandia en la propia Gandía no les parece un poco tonto? ¿Contamos como visitantes a los propios habitantes de la ciudad?
Me dirán que con todo ello dábamos a conocer a nuestros más ilustres hijos. No quiero entrar en aquello que pudieron aprender nuestros turistas con los disfraces, malabares y titiriteros que no hayan aprendido en la película de Los Borgia o consultado en wikipedia. Nada, intuyo yo.
En cuanto a la promoción exterior: ¿han recibido avalanchas de turistas? No. En Madrid, ciudad en la que resido, ni el Tato - sea este quien sea - conocía que se celebraba el año borgiano, no les interesaba lo más mínimo y, por supuesto, no iba a desplazarse a Gandia para hacer un repaso a la historia que con ADSL se podrían “comprar” usando el eMule.
Mi propuesta era, y por fin entro en lo que me escamó, dedicar 36.000 euros, parte de los cuales iría a un sueldo para mi, a una campaña de publicidad en plena Gran Vía  de Madrid donde repartir folletos con ofertas de hoteles, restaurantes y discotecas de la ciudad. Y, si se consideraba oportuno, en la parte de atrás haríamos una breve reseña a los Borgia, al Tío de la Porra y, en el colmo del servicio público, a explicar cómo funciona un tranvía y cuanto cuesta su instalación y mantenimiento.
Evidentemente, mis contertulios – Saludos Suso (PP) y Guillermo (PSOE), que sois víctimas colaterales – no me tomaron en serio. ¿Motivo? Poco dinero. Sí, sí es triste pero un proyecto que no necesite mucho dinero no se toma en serio. Ya saben, se necesitan grandes agencias publicitarias, carteles, disfraces, banderas en las calles….para traer turismo. Repito y me reafirmo: 36.000 euros y se aumenta un 5% el número de visitantes en Gandia.
Pero claro: sin tanto cartelito, tanta televisión, tanta foto, tanta fiesta, tanta recepción y tanta chorrada no se sale en la televisión, radio o prensa que es lo que al fin y al cabo quieren nuestros políticos. Por eso no se me tomó en serio.
Por eso y por la forma que tengo de decir las cosas, claro. Pero al menos las digo.
Así está el mundo, así lo veo yo y así trato de contárselo.
PD: He introducido un error de bulto y a conciencia en este artículo. ¿Son capaces de encontrarlo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguro que, si has llegado aquí, es porque eres una persona educada. Demuéstralo. Gracias